Wilson Paccha, «Diamantes interestelares»

Nov.17-Dic.8’17

Wilson Paccha: el árbol torcido del arte ecuatoriano

Se puede caer en el error de pensar que la obra de Wilson Paccha está suficientemente perfilada y que las palabras alrededor de esta llueven sobre mojado… pero no se puede acotar fácilmente los delirios de una imaginación pérfida. Me encuentro frente a la postal de su nueva muestra y veo una coneja que usa una zanahoria como consolador brincando en un jardín cuyas flores no son más que el relámpago que atravesaba el rostro de David Bowie, un mítico referente de la cultura pop.Seguir leyendo

Pablo Cardoso, «Mandala»

Oct. 27 – Nov.10’17
Pablo Cardoso y la llave del mandala: entre la diarística y las estéticas ecológicas

Por Rodolfo Kronfle Chambers

Empiezo este diario con pocas certezas.
Sé que busco una obra personal, un autorretrato amplificado. Un conjunto que congele las horas en esta casa, en este taller donde espero pasar poco tiempo más.
La estructura de los últimos meses del 2016 y del primero de este año se ha vuelto cacofónica, y a momentos desespero al percibir que no consigo insertar una nota distinta o una pausa. Los mismos actos, el mismo ritmo.
Pablo Cardoso
Anotaciones en su diario, 16 de enero de 2017

Vista con distancia, organizándola sobre una línea de tiempo, la producción de Pablo Cardoso acusa una fascinante cualidad: la de moverse con fluidez entre el comentario crítico que opera de lleno en la esfera compartida de lo público, y los contrapunteos que exploran aspectos cotidianos de su mundo privado, atravesados por cavilaciones íntimas sobre lo rutinario.

Dentro de estas últimas, convertidas en operaciones pictóricas introspectivas, han aparecido -a manera de bodegones- vestigios de sus “mesas consumidas”, o también los pliegues rugosos de sus “sábanas”, transformados en misteriosos panoramas. Ha dado cuenta a su vez de diversos traslados, que, como derivas, recogió como una progresión de instantáneas para reconstruir sus caminatas, así como los varios apuntes emotivos de su entorno, como si fuesen micro-paisajes, que ha coleccionado como “notas al margen”. Aquellas series, entre otras, parecen partir de momentos de abstracción y reflexión sobre el aparentemente nimio devenir de lo corriente dentro de un flujo de circunstancias vivenciales cuya densidad emotiva lo dota de dimensiones significantes y poéticas.

Esta cuestión sólo puede ocurrir manteniendo un estado de alerta permanente, como si la voz interna del artista narrara meticulosamente el evento aparentemente trivial que se desenlaza frente a él, lo congelase con todo el detalle de una imagen fotográfica, y lo convirtiese –a través de una alquímica traducción con pinceles- en un solemne memorial de la experiencia del momento.

Organizar frutas. Bodegones. Sandía.
Mañana soleada sin viento.
Todo el día sol intenso y por la tarde vientos fuertes. Tomé fotos del viento en las hojas.
La posibilidad de Ayampe se acerca y aleja sin compasión.
Hoy conversamos en el banco sobre un préstamo: muy difícil de sostener la carga.
A pesar de todo, la luz es más blanca hoy que ayer.
Gris pálido con notas laca de garanza.
El sol es constante, pero el viento lo supera hasta meterse en los nervios.
Anotaciones en el diario, 17 de enero de 2017

En esta nueva serie parecen converger cuestiones similares: por un lado un ánimo sensible frente a la inminencia de abandonar su casa-taller de casi veinte años en Cuenca –una mudanza que resuena como una decisión de carácter existencial que tiene como propósito refugiarse, junto a su pareja y su pequeño hijo, en un lugar remoto de la costa-; y, por otro, el contacto con los escritos del biólogo David George Haskell sobre la comprensión conservacionista derivada tras la observación profunda y detallada de un metro cuadrado de bosque, el cual es figurado por el científico como un mandala, para convertirse, en clave budista, en un portal para desentrañar el universo.

Hoy: luz, oscuridad. Oscuridad, luz. La luz, pastosa, tímida. La oscuridad, tampoco muy resuelta, como la que precede a la noche.
La luz llegó al pico cuando Yaku vino a visitarme y repasamos las páginas de “Secret Knowledge” de Hockney como si se tratara de un cuento de aventuras.
Anotaciones en el diario, 19 de enero de 2017

Cardoso traslada el componente lírico de este ejercicio de “estéticas ecológicas” a su microcosmos hogareño, aplicándose al “mandala” de su hábitat con una “apertura sensorial, intelectual y corporal” –como lo describe Haskell-. En medio de esta encrucijada experiencial, y abocado al análisis de lo que entra y sale del entorno personal, comenzó a producir, a inicios de este año, un diario repleto de pensamientos y observaciones del diario vivir que conecta de formas muy tangenciales con las pinturas que ha producido. Sus polípticos, tan fragmentados como las anotaciones en sus cuadernillos, articulan así una poética que evade la ilustración directa para lograr representaciones que serán evocativas para el receptor, pero que al mismo tiempo no se desprenden del afecto que él ha impreso en su vinculación íntima de imagen y memoria.
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A media tarde apagón. Duró hasta las 19h30.Tomé fotos camino a la panadería.
Dolor en la espalda y cansancio. Mañana me costará levantarme.
Anotaciones en el diario, 4 de julio de 2017

De esta forma la casa de la esquina por la que pasa a diario para comprar el pan, los ventanales de su taller, la película de ciencia ficción que algún rato vio, el cuadro de Vermeer que lo persigue desde un libro, o las transformaciones de su cuadra (aquel lugar que ha sido el origen de todo), vista en los diversos registros satelitales históricos del archivo de Google Earth, van hilvanando una narrativa meditativa del día a día. Aunque Cardoso se muestra reticente a las mutaciones aceleradas que convirtieron el otrora ambiente de pueblo en ciudad, el trasfondo de estas representaciones, al igual que el contenido de su actividad diarística –lo anodino o profundo que pueda resultar- no es de vital importancia para acercarnos al trabajo: solo basta conocer el impulso de su génesis para abrir camino hacia la especulación interpretativa individual, que se cargará de los contenidos que todos arrastramos sobre nuestro entendimiento del mundo.

Michel Maffesoli, pensador clave para acercarnos a una sociología de la vida cotidiana, previene que lo común y corriente del diario no debe asociarse siempre con el tedio o la frivolidad de lo trivial. Por el contrario, sostiene que lo banal asegura la supervivencia del individuo y su inserción grupal. Se trata de los momentos en que no se le debe la vida a nadie, pudiendo así enfocar los pequeños rituales diarios y las actividades inofensivas como generadoras de una “socialidad” en que se basa la voluntad del “estar juntos”, necesaria en un entorno de creciente individualismo: aquel componente lúdico -de “fantasías y fantasmas…que involucra los afectos, las emociones, las pasiones”- que desborda lo racional. Bajo esta perspectiva bien podemos entender estos momentos de la obra de Cardoso como una experiencia plenamente complementaria al compromiso intelectual y activista que se desprende de varias de sus “otras” creaciones, un repliegue casa adentro del cual parte también la necesidad de compromiso con el colectivo.

“¡Qué desasosiego me provoca el nuevo mundo!”, dice Carlos Boyero.
Este día merece una obra negra, pero sin la pesadez psicológica del negro. Es sólo un negro que marca la irrealidad-realidad de los momentos. Un negro sin negrura, que quiere ser negro porque junta todo, y traviesamente ningún color se salva de su desorden colórico.
Negro-verdeapenas.
Negro-azulapenas.
Negro-amarillo nápoles apenas.
Anotaciones en el diario, 19 de mayo de 2017

Guayaquil, 10 de octubre de 2017

Guayaquil, 10 de octubre de 2017

Dennys Navas: «Placa de Agar»

Julio 12-30´17
PLACA DE AGAR
El título de esta exposición hace referencia a las placas que se utilizan para cultivar microorganismos bacterianos en los laboratorios científicos, y funciona como una metáfora de la experimentación biopolítica orientada a la regulación, vigilancia y control de los cuerpos de los individuos en las sociedades modernas. En la exposición esta referencia alude a la creación de entornos artificiales para la reproducción de la vida humana en condiciones que intentan simular un escenario natural.Seguir leyendo

Paisaje contemporáneo

Junio 1-30´17
“Land is terrain, a physical entity. Landscape is a cultural construct. Terrain becomes landscape when people project their hopes, desires, and memories onto it.”
Katherine ManthorneSeguir leyendo

Karina Skvirsky-Aguilera, Los plieges en la foto

Mayo 18-30´17
Podemos entender el trabajo de Karina Skvirsky-Aguilera como el mecanismo a través del cual busca descubrir continuamente los perfiles de su propia identidad, dentro de la compleja trama de etnicidad, género, costumbres y mitología familiar tejida alrededor de sus vivencias al interior de los disímiles estadios culturales que la han marcado. Nos referimos a las dos matrices de procedencia que la determinan como individuo, y que aparecen aquí y allá en sus obras en permanente tensión. Por un lado la raigambre afro de su línea materna ecuatoriana, cuyos relatos de oriundez y memorias de infancia sirven de sustrato para explorar las paradojas y el fracaso de lo moderno que rebasa el microcosmos local, aparejando esto a una investigación sobre la inadecuada pero subsistente noción de “raza” y sus interpretaciones sociales. Y por otro lado las señales discordantes de los avances de la sociedad norteamericana donde nació y modeló su pensamiento (en el seno de una familia de migrantes ruso-judíos), que han tensado hasta el punto de quiebre el paradigma de corrección política que regulaba el discurso en Norteamérica, y que el acceso al poder de Donald Trump pone en tela de duda.

En su obra entendemos que las políticas de identidad no son sencillas sino facetadas, multidimensionales y a la medida de cada experiencia humana, que es irreductiblemente única. Si su producción es efectiva como lente a través del cual mirar la complejidad de los constructos sociales que nos modelan es porque en primera instancia esta habla de ella como una singularidad irrepetible. Su obra ejemplifica ese afán de cada quién por trazar su propia interrogación existencial para hallar un nicho en el mundo; es un recorrido que parte del análisis abierto de su experiencia íntima, que va del acontecer de su crianza a observaciones continuas sobre su vida en aras de lograr encajar en el gran esquema de las cosas.

Y así llegamos a estas fotografías recientes donde el cuerpo de la artista adquiere un papel protagónico, un cuerpo por medio del cual pone en marcha su propia versión del feminismo, desprovisto de prédicas evidentes y más bien operando como indagaciones que tantean en las sombras de la Historia del Arte: “la mujer como autor y objeto”, según las describe. Su papel como mujer-artista va a ser enfatizado con la presencia del taller, que aparece como el telón escogido para una serie de experimentos lúdicos donde cita de forma muy libre varios referentes canónicos que le sirven para hilvanar su propio programa significante. La vemos entonces seguir pautas de performances de VALIE EXPORT o Charles Ray, o procurando examinar las sutilezas y relaciones de poder que entrañan algunas fotografías de modelos de Edward Weston.

En Rule of Thirds se invierten y se fusionan, por ejemplo, los roles de artistas y amantes que involucran a este último con Tina Modotti: un clásico retrato del rostro de Skvirsky en blanco y negro tomado por su actual pareja –también artista- encierra la compleja experiencia de un idilio cuya carga psicológica se potencia al ver las extrañas posiciones que ella adquiere en otras fotografías. En Lay Flat aparece en una pose muy ambigua (¿hay sumisión? ¿violencia?) que trastoca la sensualidad adoptada por una de las esposas de Weston (Charis Wilson) en el que se convertiría en uno de los desnudos más célebres del género. Este juego de adopción e intercambio de roles fluctuantes –modelo, musa, aprendiz o asistente- se sugiere además en Top Bottom cuyo título remite a categorizaciones sobre cómo se performa la sexualidad en la cultura gay (activo/pasivo, el que penetra y el penetrado), y en donde emplea apenas una pieza de utilería como la caja de cartón, cuya carga simbólica deriva conexiones a piezas icónicas como Touch Cinema (1968-1971) de EXPORT, o como objeto cargado de connotaciones para artistas como Robert Rauschenberg, invocando así todo un conjunto de contenidos ajenos que se traslapan.

También la vemos presionada en un rincón (Corner), parada de manos (Handstand), o practicando ejercicios de equilibrio (Balance) y postura (Book), como si estuviese reconstruyendo circunstancias y aprendizajes propios de la niñez, llevando esa estrategia del reenactment –la reconstrucción de observaciones o su interpretación de las historias heredadas-, tan cara en su producción de performances, a un nivel más abierto y menos referenciado. Su cuerpo vestido o desnudo desarrolla una relación con un espacio físico apenas sugerido, actuando sobre este, asunto acentuado por los pliegues en el papel de estas impresiones que las dotan de cierto carácter escultórico. Estos pliegues, funcionando como un código más de la práctica fotográfica, transforman el plano del papel en un volumen cuya profundidad es tanto física como metafórica, rebasando las simples posibilidades plásticas para convertirse en el lugar donde confluyen dualidades simbólicas, como sus recuerdos o pensamientos versus la representación que intenta hacer de estos.

La muestra incluye también seis fotografías-collage que pertenecen a otra serie relacionada con las primeras por el empleo del cuerpo femenino como objeto. Se trata de imágenes satelitales que portan una discreta atracción en tanto aparentan ser superficies similares a abstracciones gestuales, dos de ellas nos sitúan en el desierto y nos remiten al Medio Oriente y países donde se han llevado a cabo ataques con drones. Ocupando un ínfimo espacio dentro de estos planos la artista ha sobrepuesto las siluetas recortadas de varias mujeres fallecidas, víctimas de hechos violentos, cuyas fotografías circulan indiscriminadamente –desprovistas de contexto- en páginas web que las explotan de forma fetichista como objetos de excitación y deseo: Skvirsky las obtuvo luego de una sencilla búsqueda en Google de los términos “dead woman”, que arrojó una serie de resultados que por su crudeza bien lindan con lo pornográfico. En su elaboración inscribe estos cuerpos dentro de un nuevo contexto, añadiendo además un significado no alejado de la frustración propia y colectiva que suponen los eventos recientes de la política estadounidense, los cuales alertan que las luchas culturales donde se dirimen los roles de la mujer aún tienen un largo camino por recorrer.

Texto por:Rodolfo Kronfle Chambers

Guayaquil, 10 de mayo de 201

Fotografía del montaje: Ricardo Bohorquez

Leonardo Moyano, Gulag

Mayo 3- Junio 13´17

Texto Salvador izquierdo

– Un crítico mexicano, Christopher Michael Domínguez, dijo, al respecto de una novela cubana que estaba reseñando: “es un recorrido imaginario en el camino hacia el gulag”.

– En su Historia del Gulag, Anne Applebaum sostiene que los que estaban presos no se referían al mundo exterior como: «la libertad» sino como: «la gran área de prisión», más grande y un poco menos mortífero que «la pequeña zona», donde estaban ellos.

– Stalker, de Andrei Tarkovsky, “no es una película acerca del Gulag pero el ausente y no mencionado Gulag es constantemente sugerido”, dice Geoff Dyer, en uno de sus mejores libros.

– Gulag es en realidad un acrónimo para Glavnoe Upravlenie LAGerei que quiere decir, muy llanamente, “Dirección General de los Campos de Trabajo”.

– Lenin, Stalin, Trotsky eran solo apodos, no los nombres verdaderos, de Vladimir Ilich, Joseph y Lev.

– La trituradora de carne, en cambio, era el apodo del sistema represivo soviético en general, el mismo que ya existía en 1917, se oficializó en 1929, se perfeccionó hasta 1956 y duró, de alguna manera u otra, hasta los 1980s.

– El Archipiélago del Gulag, el título del gran libro de Alexander Solzhenitsyn, en ruso, se lee como rima Arkhipelag GuLag.

– Las islas de Solovetsky, en el Mar Blanco, al norte de Rusia, tienen un total de 347 kilómetros cuadrados de extensión.

– En Norilsk, Vorkuta y Kengir ocurrieron las principales rebeliones internas del Gulag entre 1953 y 1954.

– “Un lugar asombroso donde el asombro es inútil porque todo es normal aquí” dice Dyer, acerca de la Zona, el lugar al que acuden los protagonistas de la película de Tarkovsky.

– Y Marina Tsvetaeva, quien se suicidó en 1941, después de que su esposo y su hija fueran apresados por el Comisionado para Asuntos Internos de la Unión Soviética, bajo cargos de espionaje, exclamó en uno de sus poemas: “abre el corazón”.

Carlos Figueroa, Días de 1999

Abril, 19- 28

Días de 1999

Espacios, objetos, cuerpos. Transformación. Apariencia que se asume (Caminó contra los jirones de fuego. Éstos no mordieron su carne, éstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión). La representación como estrategia para elaborar capas que no devuelven las cosas concretas a su lugar de origen sino imágenes movibles que se expresan como el cumplimiento de la revelación de ser soñado por un Otro distante y opaco. Seguir leyendo

David Orbea, Benchmark

Abril 5-13´17

BENCHMARK

Benchmark nace como proyecto de tesis, en donde el artista se plantea hacer una revisión comparativa y evolutiva de su producción.

Dentro de esta, su interés principal radica en el hallazgo y señalamiento de referencias, patrones, modelos y arquetipos vinculados con el universo de la pintura en su tradición formal-abstracta.

Jorge Aycart, El mundo viviente

Marzo 15-31´17
“El Mundo Viviente”

“Me juré no mirar nunca más aquella cara mía y aquellos ojos de otro mundo. Eran de un color amarillo verdoso que brillaban como el triunfo de una enfermedad desconocida; los ojos eran grandes redondeles, y la cara estaba dividida en pedazos que nadie podría juntar ni comprender.” Seguir leyendo

Invitados 2017

El arte contemporáneo ecuatoriano, puntualmente guayaquileño, ha tenido un surgimiento vertiginoso en los últimos dos o tres años. DPM ve como una oportunidad para sus coleccionistas, y amigos en general, ser tanto testigos activos como agentes catalizadores del fenómeno cultural. Ante ello la galería abre un espacio llamado Invitados.

La selección de los autores es parte de un proceso de seguimiento basado en: propuestas artísticas, vocación, y profesionalismo.

Entre los objetivos: acercar a los jóvenes coleccionistas ante un perfil de autores con proyección, link-cultural. Por otro lado, tener la oportunidad de exponer a los jóvenes creadores al sistema formal de galería, como una retro-alimentación práctica a sus estudios. Lo anterior con miras al crecimiento de la escena artística.

Los Invitados que hayan logrado progresar en sus propuestas durante el año tendrán la oportunidad de tener su primera muestra individual en dpm.

Invitados 2017:

María Grazzia Calderón

Carlos Figueroa

Leonardo Moyano