12 Mayo – 2 Junio 2007

Duclos ha sido uno de los artistas latinoamericanos contemporáneos mas importantes desde la década de los ochenta. Se lo conocer particularmente por su muy elaborada pintura figurativa críptica, que combina símbolos e íconos religiosos, políticos y cotidianos con palabras y oraciones.Sus telas contienen una alta carga de ironía y crítica cultural y política que no ofrece ninguna posibilidad de alcanzar una interpretación única o clara. Una de las características de la pintura de Duclos a lo largo de las décadas de 1980 y 1990 fue una estética fuertemente estructurada, donde los diferentes íconos, textos, fondos y elementos decorativos estaban cuidadosamente colocados en relación recíproca y creaban una densa atmósfera cromática que determinaba la lectura de la obra.

En este nuevo conjunto de obras, presentado luego de un periodo de silencio, la anterior naturaleza hermética de su pintura ha dado lugar a una complejidad y proliferación de signos y discursos dispuesta más densamente y al alzar en una composición horizontal. No parece haber una estructura jerárquica entre los temas presentados y el dibujo – visto aquí también como escritura- constituye la configuración dominante en la tela. Duclos no ha abandonado la riqueza y la sensualidad del dibujo y la pintura, y muchas obras y técnicas coexisten en cada obra. Lo que más sorprende de la obra reciente de Duclos es el hecho de que sus preocupaciones conceptuales se han multiplicado y se han vuelto más dispares y explícitas, materializándose en diferentes cuestiones relacionadas con el arte, la política, la teoría, y la historia contemporánea, la naturaleza y el absurdo. Duclos siempre he hecho uso de la ironía, pero su obra reciente ha detonado este aspecto hasta nuevos límites. Uno de los temas principales de estas obras son los comentarios del artista y las historias sobre el arte en los que la ficción y la realidad se mezclan: en los que la utopía coexiste con la crisis del mundo. Ningún modernista individual, ni ninguna meta-narrativa se legitimiza – sino que nuevamente- se fragmenta más. El título de la muestra es una cita de una canción de John Lennon. Determina el contexto para interpretar la obra en la exposición: la fe en el arte es al mismo tiempo imposible y real, es crítica pero comprometida, tiene carácter instrumental, aunque posee existencia propia; es irónica, aunque seria. Creo que uno de los logros más importantes de Duclos en este nuevo cuerpo de trabajo es que le ha permitido emerger a múltiples voces artísticas, siendo importante entre ellas la lúdica, irónica y abierta, capaz de coexistir con el compromiso hacia una crítica cultural y política. ¿Podría esta ser una de las razones por las cuales Duclos “cree en el arte”?

-Cecilia Fajardo-Hill,
Arte al día

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